Nuestro colegio se define como escuela católica que participa de la misión apostólica de la Iglesia de acuerdo con el espíritu y voluntad del Fundador de la Congregación de Hermanas Dominicas de la Anunciata: el Padre Francisco Coll.

Dimensión personal

En su gran espíritu apostólico, intuyó el valor y la trascendencia de la educación: para la formación de la persona, para el bien de las familias y la sociedad, como medio privilegiado de evangelización

Dimensión social

Según el carisma recibido, son características de nuestro ESTILO EDUCATIVO:
​ Profundidad en la búsqueda de la Verdad, tratando de integrar Cultura, Fe y Vida.
Respeto a la dignidad de la persona y el cultivo de sus valores peculiares.
Sencillez, apertura, actitud positiva, misericordia y cercanía a todos en especial a los más necesitados.
Vivencia de la fraternidad en un ambiente de diálogo, participación y corresponsabilidad.
Compasión, solidaridad, justicia y paz.
Filial devoción a María, Virgen de la Anunciación, modelo de discípula y “pedagoga de la fe”, que acoge y anuncia con gozo el mensaje de salvación.
Una comunidad educativa que se fundamenta en la Palabra de Dios, estudiada, contemplada, vivida, celebrada y anunciada a ejemplo de María y de nuestros Padres Santo Domingo y el Padre Francisco Coll.

Dimensión trascendente

Nuestra PROPUESTA EDUCATIVA implica:
Propiciar una metodología activa y participativa, adaptada a la diversidad de alumnos, que fomente la búsqueda permanente del conocimiento con espíritu de iniciativa y creatividad.
Vincular la labor educativa con la realidad del entorno, para que el educando se abra consciente a todos los hombres y culturas.
Considerar la orientación y el acompañamiento como eje vertebral de la acción educativa, en lo referente al proceso de aprendizaje, al crecimiento personal y a la acción responsable en el campo académico y/o profesional-laboral para el que se forma.
Fomentar la cooperación y el trabajo en equipo en el cual cada alumno pueda confrontar sus opiniones, aceptar la toma de decisiones por acuerdo y ejercitar diferentes roles sin perder de vista la responsabilidad y la participación individual.
Promover un ambiente escolar que favorezca el esfuerzo, el trabajo responsable y el diálogo.
Educar en el respeto y la defensa de la vida en todas sus manifestaciones.
Tender a que el alumno se sienta aceptado tal cual es y respetado en sus tiempos y posibilidades.
Desarrollar la iniciativa y la creatividad a partir del cumplimiento formal de las tareas.
Impulsar la formación religiosa de acuerdo a las orientaciones de la Iglesia Católica, desde un ámbito de respeto a otras religiones y creencias, buscando la interdisciplinariedad a fin de lograr el diálogo entre fe y cultura.